Joaquín Sorolla (1863-1923)
Joaquín Sorolla fue uno de los artistas más reconocidos de su época a nivel mundial. Se formó en la pintura naturalista, convivió en París con los artistas del impresionismo y desarrolló su propio estilo, conocido como iluminismo.
A los dos años se quedó huérfano. Se crió con sus tíos y prontó demostró un talento natural para la pintura. Se formó en Valencia y Roma. Con 25 años se trasladó a vivir a Madrid con su mujer, Clotilde García del Castillo.
Realizó exposiciones con gran éxito en París, Londres, Berlín, Viena, Nueva York, Chicago y Buenos Aires.
Además de uno de los pintores más famosos y admirados, fue un espectador privilegiado de su época. Se convirtió en el retratista preferido por las élites económicas y sociales, entre ellos los intelectuales de la Generación del 98 y de la Institución Libre de Enseñanza, con quienes mantuvo una estrecha relación.
En 1911, gracias a la considerable fortuna que hizo con la venta de sus cuadros, se construye una gran casa en el Paseo del Obelisco (actualmente, calle General Martínez Campos). Allí vive con su familia hasta su muerte, en 1923. Este lugar es la actual Casa-Museo, que puede visitarse y cuenta con un gran número de sus cuadros, además de con la disposición original del estudio donde pintaba.